Fin de semana largo. Mi hermana me pide q le cuide la casa. Acepto gustosa. Mil ambientes, galería, jardín, perro, gato, tv enorme, cama matrimonial. ¿Por qué no?
Feriado de folclore mate y yo, silencio letras y yo, perro gato sol y yo, todo el día. Paz. Sonrisas que nadie ve.
A la noche, viene y revisamos los dvd. Mi hermana es especial. Nuestras opciones son películas cristianas, especiales de navidad, películas para niños, y las temporadas enteras de Los Tres Chiflados, La Familia Ingalls y de.... ¡¡Heidi!!. Así que vemos Nemo. Amo Nemo.
Y después a ver qué onda Heidi, creo que nunca vi un capítulo entero. Yo tampoco, pero tenía libritos para pintar. Ay, yo también. La serie Heidi era japonesa. No lo sabía, o no lo recordaba, pero ver correr a Heidi igual que a Oliver de los Supercampeones fue genial.
Dormir y levantarse para ver más Heidi. Y sol, verde, hacer angelitos con hojas de otoño, latin jazz, y leer.
Empiezo a sentirme engripada. ¿Demasiado aire puro para mis pulmones?
- No voy a ir al cumpleaños, le digo. No me siento bien. Me voy a quedar viendo Heidi en la cama.
- Ufa chizita, ahora yo tampoco quiero irme
- Tenés que...
- Sí, ya sé
- Y bueno, andá y volvé
- Podría, ¿no?
- Y sí. Hacé como quieras, para mí estar con vos es prácticamente lo mismo que estar sola...
- Ay chiz, ¡es lo más lindo que me dijeron en un año! Bueno, pero no veas ningún capítulo de Heidi sin mí.
- Te lo prometo.
No sé que es esto pero yo escribo
Hace 1 semana
3 comentarios:
Si habré llorado con Heidi...
Especialmente con lo de los panes en la casa de Clara.
snif.
Le haciamos tanta burla a Heidi cuando eramos chiquitos con mis amigos... Un embole total. No se que me pasaria si la veo ahora que tengo 33.
¿No lloraste con Heidi?
Yo la volví a ver aaaaaños después, en mi recuperación post-operatoria del año pasado. Me puse el notebook sobre la panza, y con la cabeza apenas levantada ví los primeros capítulos, en dvd. Fue como volver a mi infancia, me sentí muy feliz. :)
VOLVÍÍÍÍ!!!
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