domingo, 4 de enero de 2009

Momentos grosos, con gente más grosa

Pasarme todo el 31 comiendo cerezas con la mejor.

Que Hans nos hiciera caipirinhas de albahaca para festejar un fin de año balcánico y que cuando Flor levantara el tercer vaso a las seis de la mañana dijera "por el huevo... por el huevo del amor!"

Que Marina me enseñe a armar un cubo Rubik.

Decirle a papá "gracias por todo, hiciste una muy linda familia" y sentir el alivio del permiso en el abrazo.

Jugarle al ajedrez después de ¿15 años?

Jugar ocho horas al trivial, y empatar. Intentar el desempate y volver a empatar. Con sólo cinco cerezas.

Pasar el 31 en familia ajena y sentirse como en casa.

Pasar el 1º de enero con mi ex, en honor a que los dos 1º de enero anteriores también fueron con ella.

Comprarme mi propio cubo rubik y salir saltando y armándolo del local.

Cerezas y cazuelitas. Gloriosas cazuelitas. Y Fernet. Glorioso.

Y cerezas. ¡Fue un inicio de año tan lleno de cerezas!
¡Por la prosperidad!

1 comentario:

Horacio dijo...

a mí una vez me quisieron hacer probar daikiri de albahaca en un bar armenio, pero me negué

y???

nada, comentaba nomás

ah