Retiro. 23.45. Se va el tren. Lo miro alejarse. ¿Era el último? Pregunto. No. 0.15 hay otro.
Me siento a esperar paciente. Mucha soledad en la noche de retiro. Hasta que llega.
Me subo en un vagón vacío, me adormezco. Sube un señor y se sienta en frente, en la otra fila. Me mira y empieza a leer.
De repente no sé si haber fumado o realmente el tipo era raro, se empiezan a escuchar ruidos. Como si el señor hiciera ruido de paloma, al rato un solo de batería. Cuando lo miro, más tarde, está leyendo inmutable. Mejor no me duermo, pienso. Sube una señora, se sienta en la otra fila, enfrentada al señor. La miro, me tranquilizo. El deja de hacer ruidos. 0.45 me bajo del tren, indignada de que "al día siguiente" a las 7.54 me esté subiendo al mismo tren.
Al día siguiente, me tomo el tren, llego a Retiro, voy a la otra estación semi-corriendo, viajo hasta Paternal, y al bajar, entre los 10 que bajamos, estaba la señora de la noche en el OTRO tren!
Lo primero que pensé fue qué loco, la voy a adelantar así ella me ve y se asombra también. La adelanté, la miro, me mira, no se asombra...
Lo segundo que pensé, obviamente, fue: ME ESTA SIGUIENDO. Y me metí rápido en la oficina. No la volví a ver, pero siempre la busco un poco.
(Esto lo escribí hace 5 días. Desde entonces ya la volví a ver cinco veces. Pero si me está siguiendo, ya debería haberme hecho algo... ¿no?)
Con renovado afecto, Juan Filloy
Hace 20 horas
4 comentarios:
vos no serás novia de fernando vidal olmos no????
escuchando miguel bosse - amante bandido
Qué loco!!!
Ya debería haberte hecho algo, sí. Buen razonamiento.
y si la señora en realidad tiene un blog donde cuenta lo mismo pero al reves..??? habria que ubicarlo...ESO seria raro
te extraño chizz!!
(´)
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