miércoles, 28 de mayo de 2008

Cábalas

Siempre quise ser supersticiosa, y pensar que tenía un destino trágico por haber nacido un viernes 13, o que yo misma era el destino trágico de alguien, por ejemplo de mi madre.
Aprendí a pedir deseos al pasar por abajo de un tren andando (cuando hay un puente, porque si no, es medio complicado), a levantar los pies al cruzar una vía de tren, a no dar la sal en la mano.
Probaba la mala suerte mirando fijo a los gatos negros que aparecían, cruzaba a drede por abajo de las escaleras, me reflejaba en el enorme espejo roto que hay en el segundo piso de mi edificio, y esperaba toda clase de injurias por parte de la vida y nada.
Cuando empecé la facultad, usaba siempre la misma birome, pero obtenía las notas más diversas y un día me olvidé cuál era la que siempre usaba.
El lunes fui a rendir un parcial con mi remera que dice "boluda" y sin corpiño. La última vez que lo hice, me saqué un 8, pero fue hace 2 años.

Creo que no tengo suficiente constancia para ser supersticiosa.
Y creo que una vez más, la cábala no sirvió para una mierda...

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